Tierra de Nadie
Crónica
Si alguien la tuvo difícil entre los superhéroes, ese es
Batman. Pero de todas las tragedias por las que pasó, voy a referirme a la de
1999, la que padeció no él directamente sino su ciudad, Gotham City. Tras un
terremoto, la urbe quedó en ruinas y el gobierno federal consideró inviable
enviar ayuda, por lo cual se la declaró Tierra de Nadie y, simplemente, se la
abandonó a su suerte. Cabe aclarar que Gotham –al menos para el canon de ese
momento- era un émulo de Manhattan, es decir una isla, por lo cual, tras la
destrucción causada por el Cataclismo, queda aislada del territorio continental
estadounidense. La saga llevó el nombre de No Man’s Land (Tierra de Nadie) y se
extendió por todos los batitítulos de ese año (Batman, Detective Comics, Robin,
Catwoman, Nightwing, Shadow of the bat, Azrael: Agent of the bat, Batman
Chronicles y Legends of the Dark Knight, más algunos especiales).
Se podría pensar que esa fue una idea disparatada pero
original de los guionistas Greg Rucka, Ed Brubaker, Devin Grayson y John
Ostrander, entre otros, coordinados por el veterano editor Denny O’Neill y
equipo. Pero la idea no es ni tan disparatada ni tan original: simplemente
miraron a la legislación de Estados Unidos y allí estaba: una decisión
ejecutiva podía llevar a que el país se desentendiera de parte de su territorio
y, por lo tanto, dejara de financiarlo y hasta le pusiera custodia militar para
que nadie salga o entre. De hecho, lo hizo con Detroit.
No lo del ejército, eso quedó para Gotham, pero por lo demás, bien puede
imaginarse al equipo creativo en un brainstorming frente a fotos de la que supo
ser la cuarta ciudad de Estados Unidos gracias a su pujante industria
automotriz.
Bruce Wayne, el vecino más prominente de Gotham City, hace
todo lo posible por resolver el problema políticamente pero, ante la
inflexibilidad de los dirigentes, vuelve derrotado a proteger lo que queda de
su terruño, esta vez ya como Batman, entendiendo que nada más puede hacer de
civil.
El 2 de abril de 2013 amaneció lloviendo en La Plata, una
ciudad muy real de la República Argentina pero tan gótica como la del cómic. En la capital bonaerense, los desagües no daban abasto. A la tarde, la avenida
32 y buena parte de las calles del norte del casco urbano habían recobrado la
memoria orográfica de los arroyos que habían sido antes de la fundación. Se
cortó la luz. Los hospitales empezaron a inundarse. Los equipos de asistencia
respiratoria o de diálisis comenzaban a fallar. En la zona sur, allende Villa
Elvira, el agua se llevaba mascotas, pedazos de casillas, ropa, muebles y hasta
personas. Cundía la desesperación por los colchones mojados, por el líquido
sucio de petróleo que teñía las paredes, por la incertidumbre de no saber cómo
estaban los parientes que vivían en
otros barrios. En la vecina Ensenada, YPF iluminaba el cielo con llamaradas que
no se sabía si eran controladas o si anticipaban una catástrofe.
Esa noche, en silencio, un héroe empezó su cruzada
solidaria: Batman.
Cundía la desesperación por los colchones mojados, por el líquido sucio de petróleo que teñía las paredes, por la incertidumbre de no saber cómo estaban los parientes que vivían en otros barrios. En la vecina Ensenada, YPF iluminaba el cielo con llamaradas que no se sabía si eran controladas o si anticipaban una catástrofe.
Esa noche, en silencio, un héroe empezó su cruzada solidaria: Batman.
Un ciudadano -que mantiene en secreto su identidad- estaba
en el hospital de niños Sor María Ludovica cuando comenzó la lluvia. Se quedó
porque no podía salir y cuando vio que no había perspectivas de que el tiempo
mejorara, dejó el lugar con el agua a la cintura. Fue como un bautismo. A
diferencia de quien lo inspirara a tomar un manto superheroico, este ciudadano
no es ningún millonario sino más bien todo lo contrario: es docente. Aunque no
sería de extrañar que haya dado este dato a los medios con el fin de desviar la
atención de su verdadera identidad, esa que conoce sólo un puñado de personas.
Al igual que el de Gotham, el Batman Solidario platense tiene sus Alfred, sus
Oracle, incluso sus Robin (así en plural, como el ejército que acompaña al
Batman de Frank Miller en la saga del Caballero Nocturno)… eso sí, es difícil
pensar en un equivalente de Jim Gordon en la ciudad donde se descubrió que
había una red de coimas centralizadas en la Jefatura Departamental de Policía y
que devino en la condena a prisión de ocho jefes de la fuerza.
La historia “moderna” de Batman, cuyo inicio se puede
establecer alrededor del año 1987, con la publicación de la saga Batman: Año
Uno (Batman 404 a 407, también de Frank Miller), mostrará un héroe cada vez más
obsesivo en una ciudad cada vez más decadente, hasta que ambos colapsen. En el
personaje, será cuando el villano súper anabolizado Bane le dé una paliza y
termine dejándolo postrado en una silla de ruedas tras romperle la espalda. En
Gotham, será durante el cataclismo y el subsiguiente sálvese quien pueda de
todo el período de la tierra de nadie. En ambos casos, el colapso físico dará
lugar a un colapso moral: Bruce Wayne sintiéndose incapaz de volver a portar el
manto del murciélago, la negativa a someterse a terapias ortodoxas o heterodoxas;
Gotham se dividirá en territorios liderados por caudillos que no dudarán en
saltar las reglas morales que hagan falta con tal de mantener su dominio.
Desde que apareció el Batman solidario, La Plata también entró
en una espiral de decadencia (sin que esto implique una relación causal). La
capital de Buenos Aires decayó como decayó la provincia, como decayó el país.
Pero en ese partido, con una población cercana al millón de habitantes, se
multiplicaron los baches, la gente en situación de calle, los frentes de las
casas y frentes de comercios están graffiteados, las calles se llenaron de basura y pese a
las obras cosméticas que se promocionan desde la municipalidad, la
infraestructura ha mejorado poco y nada.
"Los criminales son un montón de cobardes supersticiosos,
por eso mi traje debe infundir el terror en sus corazones, debo convertirme en
una criatura de la noche” reflexiona Bruce Wayne cuando se pone en marcha el
nacimiento de su alter ego. Sin embargo, la lucha contra el crimen no entra en
la competencia del cruzado enmascarado platense. En el período 2016-2018,
crecieron los delitos contra la propiedad, contra la integridad sexual, los
robos (simples y a mano armada), los relacionados con drogas, los secuestros y
las estafas; aunque se redujeron los asesinatos, tanto consumados como en grado
de tentativa. Esto según datos de la Procuración de la Provincia en base a los casos
radicados en el Departamento Judicial La Plata, que abarca varios municipios
más. En 2013 hubo 57.170 investigaciones penales contra 62.223 en 2018. También
creció la delincuencia juvenil, registrándose más de 20 mil delitos cometidos
por menores en 2017.
La inspiración del Batman Solidario no fue la lucha contra el crimen sino algo completamente distinto: se convirtió en el gran benefactor de la institución que lo inspiró,
el hospital de niños. Primero le llevó lápices y papel a los internados para
que se entretuvieran. No fue terror sino alegría lo que infundió en sus
corazones (en muchos casos, hasta que no latieron más). La originalidad de la
propuesta le valió apoyos cada vez más grandes por parte de vecinos e instituciones
que donaron bienes que fueron a parar al nosocomio: televisores nuevos,
sillones para que padres y madres puedan acompañar a sus hijes con más
comodidad durante las internaciones, acondicionadores de aire, pintura para los
pabellones. Más tarde, en dos batiencuentros por año (cenas show con pizza
libre a las que accede pagando una tarjeta) se recaudan fondos que han
permitido equipar el centro de salud por un valor de un millón de pesos. Todo
eso consiguió Batman.
Foto: Realpolitik |
En el sábado 22 de junio de 2019 a las 21:47, buena parte de
La Plata sufrió su propio cataclismo: un apagón que afectó durante días las
localidades de zona norte: Gonnet, City Bell, Villa Elisa y Arturo Seguí. La
falta de suministro eléctrico afectó de diferente manera a diferentes zonas. En
algunos casos duró unas pocas horas. En otros, se prolongó por días enteros. Como
las bombas funcionan con electricidad, muchos hogares tenían agua
intermitentemente. En ciertas zonas, la tensión era insuficiente para alimentar
electrodomésticos y había que desenchufar hornos de microondas y heladeras.
“Arturo Seguí se volvió muy picante” señala Lucas S., vecino
de la localidad, que vivió noches desesperadas en la oscuridad. Contó que no
mandó a sus hijos (de 5 y 9 años) a sus actividades vespertinas y que a las
seis de la tarde se atrincheró en su casa con su familia. El miedo no era
injustificado. Hubo robos en el country San Facundo, de Gorina y en comercios
de Ringuelet, City Bell y Villa Elisa ya que, por supuesto, no funcionaban las
alarmas ni las cámaras de seguridad.
La Defensoría del Pueblo estimó el perjuicio económico en
cerca de mil millones de pesos, no sólo por lo que perdieron las víctimas de
robos sino por la cantidad de alimentos desechados por falta de refrigeración,
el daño a electrodomésticos y el lucro cesante. Un carnicero, consultado por
TN, contó que debió comprar un generador por 50 mil pesos y gastar otros 2 mil
por día para tenerlo funcionando ya que, con electricidad o sin ella, los
costos de alquiler y de salarios se mantenían, por lo que cerrar no era una
opción.
El descontento de la población se expresó en cortes en los
caminos Centenario y General Belgrano, en Arana y cerca de la subida a la
autopista que une la capital provincial con la ciudad de Buenos Aires.
La noche del 24, llega a uno de los cortes de calle la noticia de que
la delegada comunal de Villa Elisa, Virginia Pérez Cattáneo tiene luz porque EDELAP
le acercó un generador solo para su vivienda. Los manifestantes recorren las
seis o siete cuadras que los separan del inmueble, comprueban la versión y
reaccionan arrojando basura y destrozando los vidrios del vehículo particular
de la funcionaria. El norte del Gran La Plata se parece cada vez más a la
Gotham colapsada.
El gobierno municipal no se desentendió de las localidades afectadas.
Al menos no como lo hizo el de Estados Unidos con Gotham City. Envió algunos
generadores a ciertas zonas visibles. También incrementó la presencia de
fuerzas de seguridad. Según fuentes oficiales, se sumaron 18 móviles
policiales, 10 motos de seguridad, 5 móviles y 4 motos de la policía local… para
disuadir las protestas y custodiar los generadores que llegaron desde la
provincia de Santa Fe.
En ese marco es que el Concejo Deliberante platense llevó a
cabo la distinción del Batman Solidario como vecino destacado. La ceremonia
estaba prevista para el miércoles 18 de junio pero se pospuso para el 26. Para entonces,
los ánimos estaban alterados a causa del apagón.
En su discurso ante los ediles, el cruzado enmascarado se
posicionó como alguien que agrupa a “gente de bien”, un colectivo que definió
en relación al patriotismo, al trabajo y el disfrute de las cosas simples, sin
lujos. “Esta gente se fue encolumnando detrás de mí por voluntad propia, solo
confiando” dijo en tono humilde pero con un peso enorme en sus palabras. Y
agregó que esa confianza se basa en acciones, ya que ni siquiera conocen su
verdadera identidad. Se propuso como un puente entre la gente de bien y la
clase política, sin distinción de partidos. Su norte moral está en otro lado. Concluyó
su discurso con una cita de Batman Begins, la película de Cristopher Nolan: “No
importa quién seas en tu interior, son tus actos los que te definen”.
Al igual que el Batman que cuida Gotham City durante la saga No Man's Land, el Batman Solidario actúa donde el Estado se desentendió, se apartó, se borró. Llama la atención que haya habido una distinción oficial a un particular por llevar adelante lo que el propio Estado debería hacer (mantener un hospital en condiciones óptimas). Sobre todo porque allá
afuera, en la zona norte de La Plata, como en Gotham en 1999, como en la inundación del 2013, buena parte
del municipio seguía siendo tierra de nadie.
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